El jueves 3 de mayo a las 20 hs, la Asociación Amigos del Museo López Claro y el Sr. Alfredo Vivarelli, continúan con las proyecciones cinematográficas, en el Museo de Arte López Claro, Av. Mitre 410. En esta oportunidad se presentará la película “EL TREN” (Le Train, 1973) . Director Pierre Granier-Deferre Intérpretes Romy Schneider, Jean Louis Trintignant, Anne Wiazemsky, Serge Marquand, Regine . Hablada en francés con subtítulos en castellano.Color .Duración 1h 35 minutos..
**Entrada: $ 30 para socios y estudiantes $ 50 general.
***La función comenzará en el horario indicado.
Sinopsis.
Cuando los alemanes invaden Francia en 1940, muchos ciudadanos inician una huida desesperada hacia diferentes puntos del país. El desconcierto provocado les lleva a deambular no se sabe bien hacía donde. Los personajes de esta historia corren hacia las playas del Atlántico en un tren que finaliza su recorrido en una de ellas: La Rochelle. En el, viajan cientos de desesperados que han dejado todo en sus lugares de origen. Atravesando campos y poblados nutridos de otros miles que por ruta, caminando, en coche o en carros comparten desplazamientos, los viajeros se aprietan en vagones atestados. Hombres, mujeres, niños de todas las edades y estratos sociales. Allí cruzan sus caminos Julien y Anna. El hombre se ha separado en una estación reciente de su mujer embarazada y ella aparece llena de misterios y secretos. Mujer de belleza deslumbrante y porte aristocrático, desconcierta a quienes la rodean: Julien se siente fascinado por su persona.
Así son los primeros momentos de este film ya clásico del panorama francés, que a cuatro décadas de su estreno mantiene intactos los valores cinematográficos que su director e intérpretes lograron imprimirle. Las Guerras siempre han resultado tentadoras para inspirar películas y esta la aborda lejos del frente de batalla, de los soldados y sus ejércitos. Pero totalmente cerca de las criaturas que padecen su flagelo. Antes y ahora también: Europa en los 40 o Siria en la actualidad comparten la misma desgracia, que generada una y otra vez por el Hombre parece no tener fin. Cinco mil años de civilización no hacen más que confirmarlo.