En una jornada de trabajo conjunto, integrantes del Centro Universitario Azuleño finalizaron la construcción de la losa de lo que será el alojamiento para los futuros becados de la institución. La Comisión de Infraestructura ya está planificando la próxima etapa de la obra.
Desde hace unos años el Centro Universitario Azuleño se propuso hacer historia con la construcción de un departamento en su sede de La Plata para alojar a los futuros becados. Se trata de un proyecto que está a cargo de la Comisión de Infraestructura y que cuenta con la participación de estudiantes y graduados en arquitectura e ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata vinculados al CUA.
El proyecto de obra es un departamento de dos pisos para seis personas ubicado en la actual sede del CUA de calle 47 entre 11 y 12, en el macrocentro de la capital de la provincia de Buenos Aires. Tendrá dos habitaciones, cocina, un baño y un espacio común. La etapa de la obra que acaba de finalizar fue posible gracias a la contribución desinteresada de una empresa constructora de La Plata.
Actualmente los estudiantes universitarios de Azul beneficiados con las becas de alojamiento que otorga el Centro conviven en una casa alquilada, por lo que se estima que un departamento propio significará grandes ahorros de dinero que posibilitarán el desarrollo de otras actividades.
¿Qué es el CUA?
El Centro Universitario Azuleño tiene más de 60 años de historia, siendo las becas habitacionales su política más trascendente porque le da la posibilidad de estudiar una carrera de grado en la Universidad Nacional de La Plata a jóvenes azuleños que de otra manera no lo podrían hacer.
Además, en su sede, el CUA posibilita el desarrollo de actividades recreativas, como el Rock N’ CUA o el Cinema CUA, y de actividades educativas o deportivas como el taller de cine y filosofía o las clases de boxeo.
A diferencia de los demás centros de estudiantes del interior de la provincia que funcionan en La Plata, el CUA es autogestionado. Esto significa, por un lado, que no cuenta con el apoyo de ningún organismo estatal, y, por otro, que se sostiene —y crece— gracias al aporte de sus socios protectores y a las actividades que genera la comunidad cuense.
